El inmortal Arturo
Arturo o Artús es, sin duda alguna, el
más conocido de los héroes celtas.Alcanzó su mayor popularidad durante
la Edad Media, cuando las hazañas de sus seguidores, los Caballeros de
la Tabla Redonda, impresionaron sobremanera a la Europa Occidental.La
iglesia permitió con ciertas limitaciones que este mito celta, una vez
cristianizado, alcanzara gran protagonismo en la fantasía medieval.La
Iglesia nunca vio con buenos ojos la historia del Santo Graal – también
llamado Grial, Sangreal -, supuestamente llevado a Gran Bretaña por José
de Arimatea, dado que sus milagrosas propiedades se derivaban
claramente del caldero mágico celta, cuyo contenido concedía riquezas
además del poder de la reencarnación.Muestra del aprecio del pueblo por
el mito artúrico fueron los disturbios ocurridos en 1113, en la
población de Bodmin (Cornualles), al no admitir los servidores de unos
nobles franceses que visitaban entonces el país la condición inmortal
del apreciado héroe.Aunque algunas de las primeras histories que hablan
de Arturo se encuentran en poemas galeses, no hay duda de que el Rey
guerrero forma parte de las tradiciones heroicas de Irlanda y
Gales.Arturo aparece en numerosas leyendas irlandesas, una de ellas
describe cómo consiguió robar los sabuesos del líder feniano Finn
MacCool, durante uno de sus más osados ataques.Sin embargo, como
guerrero, cazador de jabalís mágicos, exterminador de gigantes, brujas y
monstruos e, incluso, como líder de unos caballeros cuyas aventuras les
llevaron a experimentar maravillas y misterios incontables, Arturo
tiene mucho en común con Finn MacCool.Según Nennius, monje del siglo IX,
el admirado héroe fue un líder histórico que levantó al pueblo
británico contra los invasores anglosajones tras la partida de las
legiones romanas.Los relatos de Nennius mencionan doce victorias de
Arturo pero no dice nada acerca de su muerte, relatada un poco más tarde
en una historia galesa.Esta historia asegura que en el 537, tanto
Arturo como su acérrimo enemigo Modred cayeron en la batalla de
Camluan.Arturo era hijo del rey británico Uther Pendragon y de Igraine,
esposa del duque Gorlois de Cornualles.Fue concebido fuera del
matrimonio y criado lejos de sus padres por el mago Merlín.El hábil
Merlín ya había ideado para Uther Pendragon un baluarte mágico donde
ubicar la famosa Tabla Redonda en la que podrían tomar asiento 150
caballeros.Esta mesa tan especial puede tener cierta conexión con ]osé
de Arimatea, cuando menos porque contaba con un lugar especialmente
reservado para el Santo Grial.Se decía que mantuvo vivo a José de
Arimatea cuando estuvo preso en Palestina.Más tarde lo llevó consigo a
Gran Bretaña, extraviándose después a causa de la vida pecaminosa de sus
gentes.La recuperación del Santo Graal se convirtió en la gran gesta de
los Caballeros de la Tabla Redonda.Tras la muerte de Uther Pendragon,
los Caballeros de la Tabla Redonda no sabían cómo reconocer quién sería
su próximo Rey.Decidieron que Merlín les indicara el camino.El mago les
dijo que el sucesor de Uther sería aquel que pudiera extraer la espada
mágica clavada en una piedra que había aparecido misteriosamente en
Londres.Años más tarde, Arturo asistía a su primer torneo en Londres.Uno
de los competidores era un caballero del que el muchacho era escudero
por orden de Merlín.Encontrándose sin espada, envió a Arturo a conseguir
una.Sin saber el significado del acero clavado en la piedra, Arturo lo
extrajo y se lo entregó al atónito caballero.Así se dio a conocer el
sucesor de Uther Pendragon.Incluso entonces hubo caballeros que no
aceptaban a Arturo.Con ayuda de Merlín pudo el joven Rey vencer a sus
oponentes y pacificar Inglaterra.Su dependencia de la magia fue evidente
durante los primeros años de reinado.Tras desenvainar su espada contra
uno de sus hombres sin causa alguna, Arturo se sintió abatido al ver
cómo se quebraba la hoja.Viéndole desarmado, Merlín le salvó sumiendo al
caballero en un profundo sueño.En otra ocasión, cuando el apesadumbrado
Rey vagaba sin rumbo por la villa de un lago, vio con asombro primero
una mano y luego un brazo que surgía de las aguas empuñando otra espada
mágica: Excalibur.La Dama del Lago, le entregó la famosa espada
asegurándole que sería su más firme apoyo.Armado de nuevo y lleno de
confianza, Arturo se convirtió en un excelente rey. Venció a los
anglosajones, ayudó al rey Leodegraunce de Escocia en sus guerras contra
los irlandeses, e incluso llevó sus campañas hasta las puertas de
Roma.Como recompensa por esa ayuda, el rey escocés le concedió la mano
de su hija Ginebra.Al principio Merlín se opuso a este enlace, ya que
conocía el amor que sentía Ginebra por sir Lancelot, el más apuesto de
todos los Caballeros de la Tabla Redonda.Sin embargo, más tarde dio sus
bendiciones a esa unión.No obstante, la Reina y Lancelot se hicieron
pronto amantes y cuando Arturo lo descubrió, Lancelot huyó a
Bretaña.Arturo persiguió a sir Lancelot y lo sitió en su fortaleza
bretona.Sin embargo, hubo de levantar el asedio al conocer que su
sobrino sir Modred, en su ausencia, había sitiado Camelot e incluso
había obligado a Ginebra a casarse con él tras hacerla creer que el Rey
había muerto en campaña.De vuelta a Inglaterra, Arturo reunió a sus
caballeros pare combatir a los rebeldes.Antes de la batalla, se acordó
que el Rey y su sobrino se encontraran con sus respectivos ejércitos
para intentar la paz.Como no se fiaban el uno del otro, ordenaron a sus
hombres iniciar el ataque si veían desenvainar una sola espada.Un
caballero descuidado empuñó la suya para matar una serpiente, la
terrible batalla comenzó y el resultado fue la pérdida de la flor y nata
de la caballería británica.Solamente dos caballeros de Arturo
sobrevivieron en el campo sembrado de muertos y moribundos.El Rey,
aunque victorioso, tuvo que ser transportado por estos caballeros ya que
se encontraba muy malherido.Sabiendo que llegaba su fin, arrojó la
espada Excalibur a un lago, donde fue rápidamente recogida por una mano y
luego, tras embarcarse en una nave mágica, desapareció.Sus últimas
palabras fueron para decir que se iba a Avalon a curarse de sus heridas
para regresar un día y guiar nuevamente a su pueblo.La inscripción de la
tumba de Arturo en Glastonbury recoge la idea celta de la
reencarnación, diciendo: “Aquí yace Arturo, el que Rey fue y el que Rey
será”.Sin embargo, esa inmortalidad no fue suficiente pare proteger su
debilitado reino de los anglosajones.Todo el mito artúrico gira en torno
a la desintegración del vínculo de caballería establecido por la Tabla
Redonda, sentimiento de unión destruido por el odio implacable entre
Arturo y Modred.