Un final diferente para Lilith
Existe un final diferente para Lilith:
según la mitología griega, Hades, dios del mundo inferior, se enamoró de
Proserpina, (Perséfone) personificación de la primavera, hija de Zeus,
padre de los dioses, y de Deméter, diosa de la tierra y de la
agricultura. Hades quiso casarse con ella, y aunque Zeus dio su
consentimiento, Deméter era contraria a la boda. Entonces, Hades-Plutón
con la complicidad de Hécate (imagen de la Luna Nueva) surgió de las
profundidades en un carro de oro mientras Proserpina cortaba flores en
un campo de narcisos raptó a la muchacha y la llevó a su reino. Lilith,
convertida en demonio, replegada en las profundidades marinas, asume su
nueva personalidad afirmándose en ella y llega, por el mismo impulso que
le ha hecho abandonar el Paraíso Terrenal, hasta el mismo infierno;
desciende a los abismos y allí junto a Plutón, el Señor de las Riquezas,
comparte con ella el oscuro esplendor del mundo subterráneo; y así deja
de ser Lilith “la Olvidada” para convertirse en
Perséfone “la Reina de los Infiernos”. Deméter salió en busca de su
hija perdida y al no encontrarla quedó desolada. Murieron todas las
plantas y el hambre devastó la tierra. Por este motivo, Zeus envió a
Hermes, mensajero de los dioses, para que recuperara a Perséfone y la
devolviera a su madre. Antes de dejarla ir, Hades le pidió que comiera
un grano de granada, el alimento de los muertos. De esta manera, se vio
obligada a volver al submundo y permanecer allí durante la tercera parte
de cada año. Como diosa de los muertos y como diosa de la fertilidad de
la tierra, Perséfone era la personificación de la renovación de la
tierra en primavera. Este no fue el único cambio en la vida de
Perséfone, ya que también se enamoró del bellísimo Adonis. En la
mitología griega, hermoso joven amado por las diosas Afrodita y
Perséfone. Nacido de la unión incestuosa del rey Cíniras de Chipre y de
su hija, Adonis fue puesto bajo la custodia de Perséfone, reina del
mundo subterráneo. Cuando Adonis murió al ser atacado por un jabalí
salvaje al que cazaba, Afrodita imploró al dios Zeus que se lo
devolviese. Zeus decretó que Adonis pasaría los meses invernales con
Perséfone en el Hades y los estivales con Afrodita.